Oración al Valiente Defensor en la Batalla por el Cuerpo de Moisés

Oh, San Miguel Arcángel, valeroso protector en la inaudita batalla por el cuerpo de Moisés, tu coraje en ese momento crucial fue un testimonio de tu inquebrantable devoción y obediencia a Dios. Enfrentaste al maligno con la fortaleza y la sabiduría que solo un ser de tu magnífica estatura celestial podría exhibir.

En aquel momento, tu valentía no fue solo un acto de fuerza, sino también de humildad y reverencia al no pronunciar juicio blasfemo contra el enemigo. Elegiste, en su lugar, invocar la autoridad y la justicia del Señor, demostrando que la verdadera obediencia reside en la confianza total en la voluntad divina.

Te rogamos, San Miguel, que nos otorgues un poco de tu valiente espíritu y tu sabia obediencia en nuestras propias batallas. Que, al enfrentarnos a los desafíos y a las tentaciones, recordemos tu ejemplo y confiemos en la soberanía de Dios, sabiendo que Él es nuestro supremo protector y juez.

Amén.

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