Príncipe de los Ejércitos Celestiales, vencedor del dragón infernal, recibiste de Dios la fuerza y el poder para aniquilar, por la humildad, la soberbia del príncipe de las tinieblas.
Te suplicamos insistentemente, nos alcances la verdadera humildad de corazón, la fidelidad inquebrantable para cumplir siempre la voluntad de Dios, y fortaleza en el sufrimiento y en la prueba. Socórrenos para que no desfallecer ante el trono de la justicia de Dios.
Fuente: Devocionario a los Santos Ángeles. Extraído de la obra: The Little Manual of the Holy Angels. Contribuido por Brenda Desiree Gutiérrez.