Oh, Dios bondadoso, que por tu mandato encomendaste a tus Ángeles para defendernos; yo (nombre), acepto a los Santos Ángeles como mis patronos, y propongo firmemente, en presencia de la Inmaculada Virgen María, Reina de los Cielos y de los Ángeles, honrar con una devoción especial al glorioso San Miguel y a mi Santo Ángel de la Guarda.
Y me propongo nunca olvidarlos en mis palabras ni en mis acciones, y tampoco hacer sufrir a aquellos a quienes ha sido encomendado mi cuidado, o decir algo en contra de su honor.
Por eso te pido a Ti mi Señor, que los Santos Ángeles que siempre son ministros ante Ti en el Cielo, defiendan mi vida aquí en la tierra para que, perseverando hasta el fon en tu santa gracia, en compañía de ellos y de la Reina de los Ángeles merezca la vida eterna. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Fuente: Devocionario a los Santos Ángeles. Extraído de la obra: The Little Manual of the Holy Angels. Contribuido por Brenda Desiree Gutiérrez.