Querido San Miguel, el Arcángel, protégenos, el cuerpo y el alma del Maligno, sus seguidores y todo aquel que se nos acercan con malas intenciones.
Protégenos, nuestros cuerpos, nuestros coches y a los que viajamos en ellos en nuestras diferentes actividades diarias.
Protégenos, nuestro cuerpo, nuestra casa, nuestra propiedad y posesiones en tiempos de tormenta, de todos los peligros de los rayos, vientos fuertes, granizo y las aguas de la inundación. Amen.
excelente oración, para encomendarnos a diario.
Gracias San Miguel Arcangel, por existir en mi vida, gracias Padre Dios por tener al Principe de la Milicia Celestial y poder ayudarnos cuando lo invocamos amen.