En la persona de San Miguel en su nueva dignidad de Primer Príncipe de la Corte Celestial, Dios ciño su frente con una diadema nueva y misteriosa que tenía inciso del Santo Nombre “MI-CHA-EL”, es decir ¿Quién (ES) COMO DIOS?.
Este grito poderoso de la victoria angélica siempre tendrá eco en los ambientes celestiales y resonará en la tierra cuando San Miguel venga en forma visible con sus ángeles para defender el honor de Jesucristo y María Santísima, como vio San Juan en el Apocalipsis.
Los enemigos de Jesús correrán la misma suerte que Lucifer si no se convierten a tiempo, mientras los buenos gozarán para siempre de la Gloria celestial, como ejemplo de San Miguel debemos respetar su nombre excelso, como él mismo dijo a Manoj en la ciudad de Sorá en Palestina, al hombre escogido por Dios para ser padre de Sansón:
“¿Por qué me preguntas mi nombre? Es misterioso” (Jc 13,18).
También nosotros, si venceremos al demonio, carne y mundo en el Reino de los Cielos nos espera un nombre nuevo y glorioso, como vio San Juan en el Apocalipsis:
“…Al vencedor le daré a comer del maná escondido, y le daré una piedra blanca, en la que hay escrito UN HOMBRE NUEVO…” dijo Jesús (Ap 2, 17).
Fuente: Libro ¿Quién es San Miguel Arcángel? de Gloria Crux.