Sublime San Miguel Arcángel, cuya sabiduría trasciende el conocimiento terrenal, ilumina nuestras mentes con la luz del entendimiento divino. Eres el portador de la verdad celestial, guiándonos por el camino de la rectitud con un discernimiento que solo puede provenir de la proximidad a Dios.

Imploramos tu intercesión, para que la sabiduría que reside en ti sea también una antorcha en nuestras vidas, iluminando nuestras decisiones y guiándonos en la oscuridad de nuestra ignorancia. Que aprendamos a elegir con prudencia, inspirados por tu ejemplo de discernimiento y entendimiento profundo de la voluntad divina.

Otórganos, oh San Miguel, el don de la sabiduría; que con cada paso que demos, nuestro camino se alinee más estrechamente con los designios de Dios. Que nuestras acciones reflejen siempre un corazón y una mente iluminados por la sabiduría celestial.

Amén.