San Miguel Arcángel, guerrero del cielo,
que en tu espada de luz llevas la victoria,
en la lucha contra el mal, tu amor es sello,
y tu fuerza nos da paz y alegría.
Con tu espada divina, destruyes la mentira,
y con tu escudo sagrado, defiendes la verdad,
en cada instante, tu amor nos inspira,
y nos guía en la senda hacia la eternidad.
Oh, San Miguel, que tu espíritu nos llene,
de fe, esperanza y amor sin igual,
que tu presencia nos dé fuerza y sostén,
y que tu luz nos guíe hacia la paz celestial.
Protégenos siempre con tu amor eterno,
y danos la gracia para seguir adelante,
San Miguel Arcángel, guerrero del cielo,
en ti encontramos siempre el amor triunfante.
